Un chico especial

La semana pasada tuve una visita un tanto especial ya que un chico joven quería probar una sesión de BDSM auténtico. Cuando hablamos por tlf, lo primero que me dijo es que no quería una prostituta que le hiciera un teatrillo y después el famoso final feliz, quería una Dama de verdad a la que le importase muy poco si era feliz o no. 

Eeh Voilá! estaba hablando conmigo, por recomendación  de otros sumisos que se habían postrado  ante mi ya que según las habladurías soy extremadamente cruel y excéntricamente estricta; como ya he dicho son habladurías ya que soy una Dama con ciertas tendencias a no importarme nada un misero sumiso pero por el resto no se de que se quejan esos insectos irrelevantes e irreverentes.

Una vez iniciada la conversación y con mis carcajadas al empezar a contarme sus batallitas con prostitutas de tres al cuarto vestidas de cuero y tacón y abiertas de piernas para que los sumisos les hagan a placer lo que quieran, mis únicas palabras fueron " si vas a venir pídeme la cita ya que no tengo todo el día soy un a Dama no un confesionario".
Pobre chico! que difícil se hace a veces abrirte paso en nuestro mundo de forma correcta.
En fin que le di cita para una semana después. Cuando llegó el día aparece un chiquillo de no mas de 20 años de rodillas en mi puerta sin tocar al timbre esperando a que le abriera la puerta .
Entró arrastrándose por el suelo cual cucaracha a la luz y casi sin poder hablar ya que tenia unas anginas de órdago, por la cual cosa había estado a punto de no venir, pero las ganas de una sesión de verdad le pudieron mas que estar pachuchillo.

Le hago desnudarse a la tenue luz de la mazmorra que regento, y con mucha vergüenza empieza lentamente a desnudarse.
-Vamos niño o te crees que tengo todo el día! - sonó mi voz retumbando  en el silencio de su vergüenza y mi fusta chascando sobre su culo dejando una hermosa marca rosada sobre aquellas nalgas tan blancas y tersas.

Lo puse de nuevo de rodillas y con una cadena de castigo alrededor del cuello lo pasee por la mazmorra mientras su culo cada vez mas rosado por los fustazos se incendiaba con el ardor de la lujuria que todo sumiso siente cuando se ve bajo el yugo de quien realmente le domina.
Tras lamer mis botas de tacón de acero y con el tacón jugar con sus pequeños  genitales me puse el arnés , una reproducción exacta de mi querido Nacho Vidal, así podéis imaginar cuando penetré con fuerza ese culo virgen y entregado a mi placer, ese culo que hasta ese día solo había albergado algún dedo y que de repente se veía impactado por un miembro tres veces mayor al suyo propio , con la violencia de la pasión que en esos momento desata mi lujuria y mientras agarraba su cuello para que no gritara , taladré su alma con mi arnés.
Cuando acabé mi arnés salió de su culo y de su boca salió una gracias que procedía de lo más profundo de su ser acompañado con un suspiro de alivio y alegría por haber aguantado la embestida.

Miré mi arnés y lo vi limpio a excepción de la sangre que había el la punta y alrededor, el sumiso al verlo empezó a limpiarla con su boca cuando le señale las manchas con mi felina mirada, le vi tan entregado y soy tan viciosa que me apetecía seguir........le penetré la boca con mi arnés, hasta el fondo mientras agarraba su pelo y tiraba de él para que no se separara , para que se la metiera lo más la fondo de la garganta, para que se ahogara con mi arnés, para que sintiera la grandiosidad de estar de rodillas complaciendo a su Dama.
Cuando me calmé tras la euforia que me embarga en esos momentos y saque mi gran arnés de su boca y me di cuenta de que en la punta del preservativo había de  nuevo sangre,
JAAA...le había reventado las pequeñas placas de pus que tenia lo que le conformaba esas anginas que casi no le dejaban hablar.
Cuando acabó la sesión ese niño que había entrado por la puerta arrastrándose por una sesión de verdad se vistió como un autentico esclavo dando gracias y venerando lo que le había pasado, pues no solo curé sus anginas, desvirgué su culo y liberé su alma. zell bdsm art

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